martes, 28 de abril de 2020

REFLEXIONES DE LA EPOCA

Imagino que, como casi todo el mundo, en estos momentos tan difíciles provocados por la pandemia del COVID-19, tenemos la necesidad de poner en un papel nuestras sensaciones y nuestras reflexiones.

Hace mucho que no escribo y me siento como una máquina con falta de aceite. Me cuesta pensar en lo que escribir y me cuesta ordenar los pensamientos para transcribirlos.

Pero lo que si que está claro en mi cabeza es que son momentos muy difíciles.

Estoy en paro desde mediados de diciembre de 2019, con 56 años.

Si ya es complicado encontrar trabajo en estos momentos, con mi edad,  aún lo es más en esta situación en la que todo está parado ya que todo el mundo, o casi todo, está metido en sus casas.

Los días van pasando, se hacen eternos dentro de casa.

Siempre nos quejamos de que tenemos poco tiempo para nosotros porque hay que ir a trabajar y, ahora, tenemos más tiempo que nunca y echamos de menos ir a trabajar.

Imagino que solo se entiende, como ya habréis pensado muchos, porque cuando lo decimos somos libres de ir a cualquier sitio. Sin embargo ahora que tenemos todo el tiempo del mundo no podemos estar nada más que en, como mucho 80metros cuadrados.

En estos días, a muchos, nos da por hacer cosas que nunca hacemos como cocinar. A mi no me gusta nada pero algo hay que hacer.

Pero hay cosas que no cambian. Nuestros políticos, como si no vivieran en este planeta siguen con sus posiciones radicales, cada uno en su lugar sin darse cuenta de que ahora no hay nada más que un lugar en el que estar. Y ese lugar no es otro que luchar contra un mismo enemigo apoyando cualquier iniciativa del gobierno actual, que por cierto bastante problema tiene con lidiar con este tiempo en el que le ha tocado gobernar.

DIAS DE CONFINAMIENTO Y DEPRESION

La habitación donde tengo mi ordenador tiene una única ventana que da a un patio central.

A este patio central, a veces, salen niños y sus cuidadores y yo, sin poder oírlos tras el cristal, los veo gesticular y deambular por el patio.

 Me recuerda a la ventana indiscreta.

En estos tiempos de confinamiento podríamos decir que todas las ventanas y balcones son indiscretos.

Empiezo a estar un poco cansado de este encerramiento forzado, de esta normalidad tan anormal, de este confinamiento que no me permite buscar un trabajo con el que poder desarrollarme. Mi única y lamentable opción es enviar mi curriculum a través de páginas web que repiten constantemente las mismas ofertas de trabajo.

Como echo de menos la interacción con las personas, conocidas o desconocidas.

Por mucho que haga viendo las ofertas de trabajo no tengo la sensación de estar haciendo una búsqueda activa y productiva.

Todo es automático, me levanto, me aseo, desayuno, enciendo el ordenador, ojeo las páginas web de ofertas de trabajo, me inscribo en las pocas que no estoy ya inscrito, y continúo con esa sensación de no hacer nada productivo. Esa sensación de no hacer nada.

Cuando podremos empezar con nuestra vida anormal.

viernes, 16 de mayo de 2014

CONVERSACIONES CON MI PADRE

Solo tiene 83 años.
Quien lo diría.
Se llama Juan y es viudo.
A lo mejor solo me ocurre a mí pero cuando lo miro, siempre y cuando él no me vea, me da la sensación de que está en paz.
Imagino que ya no le pide nada a la vida pero al mismo tiempo vive cada segundo como un regalo, pues en el fondo y casi sin darse cuenta yo creo que el sabe que cada vez son menos los momentos que le quedan por vivir.
Me llama la atención como se "descuelga" con comentarios del tipo:
"Yo calculo que me quedan 7 años, mi ..........(abuela, tía o madre) llegó hasta los 90".
En el fondo le gusta que le digamos que nos va a enterrar a todos, que ya quisiéramos llegar a su edad y sobre todo con su salud y su bienestar.
Cada vez me gusta más hablar con él.
Mejor dicho, cada vez me gusta más escucharle. Tiene esa visión de las cosas como solo las ven las personas de edad. A mi modo de ver es como si todo les diera igual y al darles igual opinan de ellas como les viene en gana, sin ningún pudor sobre el qué dirán. Lo dicen todo como lo sienten o les viene en gana.
Menudo es Juanito.
Hace unos días en el cumpleaños de mi hermano, otro Juanito, del que ya os comentaré más adelante, no sé ni como ni porqué terminó contándome cosas de su infancia.
Es curioso lo que me pasa con mi padre, cuando hablo con él es como si pudieras hacer saltos cuánticos. Estás hablando de una cosa y cuando te das cuenta estás en otra conversación diferente.
No deja de sorprenderme.
Es verdad que con la edad, tiende a repetir las mismas cosas a menudo, pero es lo que yo digo, con su edad, es lo menos que te puede pasar.
Eso sí, en cuanto le preguntas sobre el tema anterior retoma el hilo como si no lo hubiera dejado nunca.
Bueno, poco a poco os iré contando sus aventuras, tal vez no dé para mucho, pero de lo que estoy seguro es que algunas cosas os sorprenderán.
Hasta pronto


martes, 16 de junio de 2009

Los principios

Los principios dicen que siempre son difíciles.
En este campo yo no lo sé, es la primera vez que creo un blog.
Esto es una prueba.
Si a partir de ahora existe alguien que sienta curiosidad por lo que voy a publicar, bienvenido.

De momento esto es solo un experimento que espero que vaya mejorando

Un saludo